Además de ser el lugar en el que se lavaba la ropa y se recogía agua con la que abastecer la casa, la fuente y el lavadero eran reunión de vecindad, cantos y corrillos, risas y cuitas.
La fuente del Redal, era uno de esos lavaderos donde las xanas, si ponías atención y estabas en silencio, se podían ver.
Era considerada de efectos beneficiosos para la salud. En siglos anteriores se le atribuía propiedades de longevidad. El que bebía agua del Redal viviría muchos años.
El Redal era un barrio "guapo" y alegre, con su lavadero y su fuente, prados y ganaderías y el monte El Pando. ¿Qué queda de todo eso?
Pues casi nada. Una multinacional se asentó en la zona y todo eso desapareció.
Hace unos años el taller de empleo municipal restauró la fuente y el lavadero.
Foto de la página del Ayuntamiento |
y menos si es en Tamón....
Así nos encontramos...